Cuando de pequeña iba al Encuentro todo me parecía enorme: la plaza, la Virgen, el Cristo. Este Viernes Santo comprendí que la plaza no es tan grande, que de los pasos me llama la atención su colorido y mimo con el que los cofrades los preparan y que por su simpleza, es una de las procesiones más especiales de la Semana Santa en Pontevedra.
Mar - Yoli, qué bonito, el año que viene no me lo pierdo
Yoli - ¡¡Eso espero!! 😀